Cuando percibas que hace falta la comunicación, tal vez sea tarde para hacerlo


NOVEDAD EDITORIAL

miércoles, 4 de junio de 2008

El desarrollo local y la mirada global.

Pinta a tu aldea y serás universal recomienda don Miguel de Unamuno, situando con su inigualable capacidad de síntesis la dimensión que se esconde tras la relación entre lo global y lo local. Ya mucho antes que Unamuno, los griegos concebían a la polis como el epicentro donde coincidían los intereses del conjunto. Vale decir que el escenario local no es un emergente modal de estos últimos años sino el basamento de nuestra propia cultura greco-latina. Hay una línea imaginaria que une la polis griega con el foro romano y el municipio de hoy. La Agenda 21 aprobada en Río 92, recomienda expresamente mirar globalmente pero actuar localmente y allí mismo quedó planteado el desafío de gobernantes y gobernados, en torno a la construcción de planes de acción que recojan ese espíritu dialéctico, que articula lo municipal con lo nacional y esto a su vez con lo regional y global. Ciudades como Barcelona han llegado al desagregado de diseñar su Agenda 21 de la Cultura y pueden contarse cientos de ejemplos de ciudades o redes de ciudades que aplican diversos mecanismos que van desde el “hermanamiento de ciudades” hasta la conformación de regiones y microrregiones que potencian los esfuerzos y sinergizan las gestiones. Allí 2 + 2 es mucho más que 4. No hace mucho tiempo entrevisté a un representante del Partido Verde de Alemania, quien manifestaba que en ese país hay estados donde no se puede ser electo a determinado cargo público federal si antes no se ha ejercido la jefatura de gobierno a nivel local. “Es un buen método para saber si la persona que se está postulando a un cargo electivo nacional, ha sido buen o mal administrador”, me dijo. Para muestra basta un botón, sería nuestro refrán más adecuado para este caso.

Más cerca de los problemas, más rápido para las soluciones

Los gobiernos locales establecen un vínculo de mayor cercanía con los ciudadanos y también con los problemas que aquejan a aquellos. Que la Agenda 21 haya sido más prontamente adoptada por las ciudades europeas, señala un rumbo que no debiera pasar por alto un país como la Argentina, en el que buena parte de sus grandes ciudades, responden a matrices urbanas y andamiajes jurídicos heredados del viejo continente. En nuestro país hay un largo camino por transitar en el marco de la relación entre ciudad y ambiente. Organizaciones internacionales como Cities Alliances que trabaja en estrecha sintonía con organismos como el Banco Mundial, vienen ensayando proyectos que buscan optimizar la gestión local, atendiendo especialmente a aquellos puntos débiles en los que se alinean cuestiones como pobreza, educación, precariedad laboral, y otros que lamentablemente dominan en la geografía local. El dato alentador que acompaña a este diagnóstico bastante conocido, es que estos proyectos (ejecutados con fondos de donación), demandan acciones locales de fortalecimiento a los escenarios productivos, a elevar la calidad de comunicación entre los gobiernos y la ciudadanía y a reforzar, precisamente el concepto de ciudadanía. El concepto llave de estos proyectos es el del “Desarrollo Estratégico Local” y a estos niveles no cabe duda de que el fortalecimiento de lo local no puede traer otra cosa que buenas noticias para el escenario nacional. Aunque ello no signifique una respuesta para el eterno interrogante planteado en otra columna de este mismo blog en la que reflejo simplemente un viejo dilema de la gestión: si es lo nacional una simple sumatoria de lo local o a la inversa, si es lo local un escenario exitoso a pesar de lo nacional, como podríamos denominar al paradigma Rafaela. (ver columna "Quién potencia a quién")
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Estimado Gustavo, Aplaudo tu articulo sobre los pueblos. La democracia enseña que ésta se fortalece de abajo hacia arriba; municipio, gobernación y nación, sobre todo en la educación del futuro ciudadano. Esto no funciona aquí desde los inicios de la República, y parte o mucho se debe a la dependencia económica de los municipios o gobernaciones con respecto al poder central. Cambiemos esto y la educación, y cambiaremos el sistema. Nuestros diputados y senadores, rápidamente se vuelven porteños y traicionan a sus comprovincianos.Primero está nuestro compromiso con nuestro terruño y luego viene la lealtad partidaria. Un abrazo y felicitaciones.

Emilio

1 comentario:

Unknown dijo...
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