Cuando percibas que hace falta la comunicación, tal vez sea tarde para hacerlo


NOVEDAD EDITORIAL

martes, 27 de julio de 2010

LA BASURA: ¿UN PROBLEMA AMBIENTAL O UN PROBLEMA DE POLÍTICA AMBIENTAL?


Por Gustavo Márquez

Como una carambola de varias bandas (más de cuatro, seguro), la gestión de los residuos sólidos urbanos continúa acorralando a gobiernos sin distinción de signo político, ubicación geográfica o tamaño de ciudades. Veamos el panorama de lo que se conoce en superficie:

Ciudad de Buenos Aires. La administración Macri recién podría poner en marcha en su último año de gestión (2011) el nuevo sistema de recolección de Residuos Sólidos Urbanos. Siempre y cuando, claro, el engranaje no se detenga a causa de las objeciones de algunos legisladores de la oposición. Esta vez Mauricio Macri no podrá echarle la culpa los Kirchner ya que se trata de dirigentes como el caso de Adrián Pérez, legislador de la Coalición Cívica, quien junto a representantes de distintas ong´s, se preparan para impugnar el llamado a licitación formulado por el gobierno porteño. Están en juego 1.400 millones de pesos de presupuesto, en un sector donde existe una legislación de avanzada (la llamada Ley de Basura Cero), sancionada durante la gestión de Jorge Telerman, a la cual boicoteó sistemáticamente el gobierno del PRO, para ahora volver sobre sus pasos y contemplar al reciclaje como el principal sostén del nuevo sistema que se impulsa. Ni antes ni ahora (por más cortos publicitarios que se proyecten en cines y la TV, la ciudadanía porteña (donde existe la oferta informativa más voluminosa de la Argentina), está debidamente informada sobre el tema. ¿Qué dirá Jaime Durán Barba, al respecto?

Ciudad de la Plata. El gobierno platense envió a la Legislatura local los pliegos del llamado a licitación internacional para el diseño y ejecución de un innovador Sistema de Gestión Integral de los RSU, que incluye presupuestos de basura cero y la determinación de un sitio donde efectuar la disposición final minimizada. En buen romance La Plata rompe con el CEAMSE y este es el principal dato novedoso. La filosofía del modelo platense, deja en manos de la creatividad de los oferentes el diseño de una propuesta de Gestión de los Residuos, que si bien está acotada en los términos del pliego, no deja tranquilos a quienes desde la oposición afirman que el Ejecutivo municipal se reserva facultades discrecionales de selección, que se filtran en el texto del pliego. Aquí no está dicha la última palabra

Provincia de Córdoba (Ciudad de Córdoba, Ciudad de Villa María y Ciudad de Río Cuarto) El intendente de Córdoba, Juan Carlos Giacomino y su Secretario de Medio Ambiente, Fernando Cámara, se encuentran por estas horas en EE.UU, invitados por la firma Inviron para visitar rellenos sanitarios con generación de bíogas, operados por dicha empresa americana. El objetivo es el de relevar los antecedentes para un proyecto a impulsar en la ciudad capital de la provincia mediterránea, a cargo de Inviron que fue la única empresa que se presentó a la licitación. Tanto los legisladores opositores, como influyentes formadores de opinión (La Voz del Interior y Cadena 3), impugnan los pretendidos antecedentes de Inviron para encarar un proyecto similar en Córdoba. El viaje a EE.UU es determinante para las autoridades de la comuna cordobesa, para proseguir o no con la adjudicación a Inviron.

En Villa María, Inviron opera desde el pasado mes de junio el vertedero donde se depositan los RSU de esa ciudad. Según un informe publicado hoy en La Voz del Interior, bajo la firma de Julio Perotti, Tres auditorías hizo la Secretaría de Ambiente de la Provincia sobre el predio que desde junio opera Innviron en Villa María. Dieron como resultado "un notorio incremento de falencias, algunas de ellas graves", en relación con el tratamiento de residuos. En el informe se mencionan residuos patógenos dispersos, falta de enterramiento, voladura de desechos a campos lindantes y gran cantidad de animales sueltos. "Es uno de los peores operados de la provincia, cuando tiempo atrás estaba dentro de los mejores", señaló Raúl Costa, secretario de Ambiente de la Provincia de Córdoba

La basura es el mayor desafío de la gestión ambiental urbana en la Argentina contemporánea. Ya no se trata de la saga de los Soprano, una de las series más populares de la tv americana de principios de esta década, donde una familia mafiosa se lanza a nuevas actividades ilegales, a partir de controlar el negocio de la basura. Sólo en la ficción puede ocurrir que el hijo de un mafioso se revele contra sus ancestros y termine comprobando que solo tendrá futuro si profundiza el legado de la familia.

miércoles, 7 de julio de 2010

ANTES QUE NOS TAPE LA BASURA. CÓRDOBA, MÁS DE LO MISMO







Por Gustavo Márquez

Qué hacer con la basura, es la pregunta que atormenta a gobernadores, intendentes, funcionarios locales y vecinos de los más diversos puntos geográficos del país, ya sea de Buenos Aires y su área metropolitana (la región más poblada del país), la Patagonia (la menos poblada de la Argentina), Mar del Plata e incluso las principales ciudades de la provincia de Córdoba. En la vereda de enfrente hay una menos numerosa fila de actores que no ven a la basura como un problema sino como una oportunidad enorme de hacer negocios, vender tecnologías, ofertar servicios de consultoría y sumar antecedentes para expandirse a otros mercados. Mientras los primeros (sobre todo los decisores públicos), se sienten acorralados ante situaciones inminentes de colapso, los segundos (que ven esta misma película con los ojos de un empresario), confían a ciegas en que las tecnologías solucionarán todos los problemas. Un común denominador de funcionarios y empresarios es que recurren a la comunicación cuando ya es tarde para hacerlo. En el medio hay un gran océano en el que transitan ciudadanos que no han pisado nunca un relleno sanitario, no conocen ni en fotos una planta de tratamiento de residuos, que perfeccionan a diario la cultura del esconder bajo la alfombra y tirar los residuos lo más lejos posible de su radio de acción. Esos ciudadanos que consagraron planetariamente el hallazgo más festejado en presentaciones de basurólogos y demás componentes de esa cadena de valor que es la Gestión Integral de los Residuos: el efecto NIMBY (Not in my back yard, no en mi patio trasero). NADIE QUIERE LA BASURA EN EL PATIO DE SU CASA. En Córdoba se tocaron las dos puntas del proceso: mientras los vecinos de Bower, localidad a dónde se llevaron los residuos de Córdoba Capital por años y años, lograron ponerle una fecha de cierre a ese relleno sanitario, muy cerca de allí y ante el anuncio de un nuevo sitio de disposición final con recuperación y generación de bíogas, los vecinos de Toledo se niegan a la instalación de un nuevo relleno sanitario para dar tratamiento final a esos residuos. En los sitios web de los medios locales puede hacerse un seguimiento preciso de este conflicto que tiene contra las cuerdas a un intendente maltratado por algunos vecinos en una audiencia pública. El conflicto, abarca también a una empresa estadounidense (Inviron) que está empantanada y con los mismos comportamientos de un novato atascado en el barro: cree que saldrá de la situación apretando el acelerador y sólo logra hundirse más. El episodio Inviron-Córdoba, puede ser un caso de estudio sobre todo lo que no debe hacerse en materia de comunicación ambiental e institucional y encima, exhibe dos grandes luces rojas: para las autoridades locales, hay una cuenta regresiva que marca que a nueve meses vista no hay identificado un lugar donde llevar los residuos de Córdoba Capital; para los vecinos la certeza de que algo va a pasar y lo único que quieren es que eso que pase, ocurra lo más lejos posible de sus hogares. Esta situación tan crudamente expuesta es la que se registra también en cualquier ciudad del país y los matices tienen que ver en todo caso con el poder de fuego mediático que cada región tenga. Si lo de Bower y Toledo hubiese ocurrido en el corredor de fuego del turismo de fin de semana largo (Ruta 2 a la Costa por ejemplo), esta noticia hubiese escalado ya a la tapa de los grandes medios nacionales. El problema es el mismo y está magníficamente plasmado por ejemplo, en las crónicas del colega Diego Marconetti de La Voz del Interior digital (*).

Finalmente, ¿cuál es la lección que deben extraer de todo esto, cada uno de los actores involucrados en un escenario donde “todos pierden”, para generar las condiciones objetivas de un escenario donde “todos ganen”?

Los decisores públicos, deben aceptar que intervienen sobre un tema de máxima sensibilidad social que afecta a un conjunto de variables que oscilan entre la salud pública, la calidad del aire, el suelo y el agua y la valuación de los inmuebles ubicados en las zonas aledañas a los sitios de tratamiento y disposición final de los residuos.

Los empresarios proveedores de bienes y servicios, deben entender que la tecnología (por probada y eficiente que se precie), es un conjunto de instrumentos y procedimientos muertos, si no se hacen conocer a la gente de una manera oportuna es decir en el momento justo, ni antes ni después.

Los ciudadanos, deben correrse del lugar de rehenes y evitar los prejuicios a través de expertos que le garanticen el suministro de información confiable, comprendiendo que son parte del problema y también de la solución al mismo.

Mientras, el mundo sigue girando y en tanto la sensatez vuelva a recuperar su lugar (como lo exhibe por estas horas el Caso Gualeguaychú), los periodistas debemos asumir también nuestro rol responsablemente y no inducir a soluciones idílicas. No existe el impacto cero y la gente debe saberlo, de allí a la grosería y a la imprevisión que siempre terminan con las peores consecuencias, sobre todo para los más humildes, hay una gran distancia. La misma que media entre tener una estrategia basada en la sustentabilidad y la nada, es decir lo actual.

(*)Se perdió tiempo en un debate estéril

Se invirtió el orden de la discusión: antes de conocer de manera acabada el proceso que Innviron proponía, la polémica se enfocó sobre dónde se iba a radicar la planta.

Diego Marconetti. www.lavozdelinterior.com.ar

Sobre el futuro de la basura en Córdoba, se invirtió el orden de la discusión: antes de conocer de manera acabada el proceso que Innviron proponía para generar electricidad a partir de la gasificación de los desechos, la polémica se enfocó sobre dónde se iba a radicar la planta.

Eso produjo que el debate, que ya lleva varios capítulos con idas y vueltas, condujera siempre a un punto muerto.

El punto es, justamente, la falta de información para fundamentar las posiciones en conflicto. ¿Cómo se puede estar a favor o en contra de algo que ni siquiera se conoce?

Esa situación, propiciada por errores conjuntos de los responsables de Crese y de la Municipalidad de Córdoba, sólo sirvió para que se perdiera un precioso tiempo, para que se corriera el foco de lo que se debería debatir en profundidad. Sobre lo que se debería haber debatido desde el primer momento es si el proceso propuesto por Innviron es conveniente, si es seguro desde el punto de vista ambiental, si la empresa tiene la capacidad y los conocimientos para ponerlo en marcha de manera responsable.

En ese sentido, la ubicación de la planta de Innviron pasa a un segundo plano, ya que si se hubiera aclarado lo anterior, no hubiesen hecho falta tantas idas y vueltas al respecto.

El error sólo provoca una pérdida de valioso tiempo, ya que en la zona sur los vecinos tachan los días que restan para clausurar el relleno provisorio de la ruta 36. La fecha límite es abril de 2011, por lo que quedan sólo nueve meses en los que ya se deberá tener un sistema alternativo en funcionamiento
Fotos: Gentileza de La Voz del Interior