Cuando percibas que hace falta la comunicación, tal vez sea tarde para hacerlo


NOVEDAD EDITORIAL

lunes, 3 de diciembre de 2007

NO CONFUNDIR LA PARTE POR EL TODO
Lo ambiental es sinónimo de conflicto, por eso es pueril y de lectura superficial asemejarlo con lo ecológico. Un curso de agua que sale de cause e inunda terrenos aledaños sin impacto sobre escenarios con presencia humana, es sólo un episodio más de la dinámica ecológica. Si ese mismo hecho acontece donde hay población involucrada podemos estar ante un principio de catástrofe. Lo ecológico entonces, adopta un costado ambiental. Las catástrofes naturales son el rostro social de los ecosistemas en crisis. Con el mismo criterio podemos diferenciar entre una liberación de radón (elemento que se desprende del uranio) si un movimiento sísmico andino fractura rocas donde hay ese mineral. El mismo radon puede a lo sumo comprometer el terreno circundante y su fauna y flora. Pero distinto es si hay una actividad extractiva hecha sin protocolos de seguridad, que irresponsablemente manipula sustancias radioactivas y encima en lugares cercanos a asentamientos humanos. Esto último es lo que se levanta en el horizonte temporal del interior catamarqueño y ha merecido ya la activa alerta de sus comunidades. Pasó con el oro en Esquel y pasa en otros puntos de la geografía argentina, se ha instalado a nivel de imaginario colectivo la idea de que la minería es sólo sinónimo de contaminación. ¿Es esto cierto o estamos en presencia de una demonización de actividad sin distinguir entre justos y pecadores?.
Veamos los más y los menos de cada caso: 1) Si hay extracción de minerales, aún de naturaleza radiactiva, que puede hacerse en condiciones de seguridad que permitan un sueño tranquilo a los pobladores cercanos a esos mismos emprendimientos, evidentemente hay un gran deficit de comunicación de las empresas que hacen supuestamente bien sus deberes. Esto suena imperdonable si tenemos en cuenta que estamos hablando de compañías con muy buenos niveles de rentabilidad (que podríamos abordar sin prejuicios en próximas columnas). Es paradójico pero en este caso, la actividad privada y la política ambiental oficial compartirían un gran eje en común: una carencia de mirada estratégica sobre el rol de la comunicación ambiental y ninguna excusa presupuestaria para argumentar en su descargo.
2) Si no hay tecnologías que garanticen procesos seguros de extracción mineral, pues entonces no hay nada más que hablar. Salvo mandarles cientos de miles de cadenas de e-mail a destinatarios en los EE.UU y Francia por ejemplo, donde hay extracción y manipulación de material atómico, alertando a esos "ignorantes" ciudadanos de que sus vidas y las de sus descendientes están en serio peligro. (sic)
¿No será mucho?...

martes, 16 de octubre de 2007

Un Nobel de la Paz muy especial




La decisión de la Academia Sueca de premiar con su Nobel de la Paz a Al Gore y al Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), deja un extenso material de análisis que no debería pasarse por alto:


  1. Primer Nobel ambiental. Por primera vez en su rica historia, los premios Nobel reconocen a alguna iniciativa directamente vinculada con el Ambiente

  2. Un premio en cabeza de unos cuantos. No es frecuente que la Academia Sueca distribuya el mérito de una premiación entre tantas personas, como ocurre efectivamente con este caso.

  3. Un acertada distinción de roles. Este Nobel de la Paz deja en claro que la Academia reconoce -por una parte-, la tenaz y comprometida tarea de los científicos, que desde hace años trabajan en la detección de las principales causas del Cambio Climático, sin importarles si entre esas causas están involucrados importantes intereses como por caso los de la industria petrolera. Y por otra parte, se premia al Gran Comunicador de estas certezas que brinda la ciencia: el estadista que es mucho más que un simple vocero. Gore es un estratega de la comunicación y tal vez el mejor que pudo tocarles a los jaqueados miembros del IPCC.

  4. Comunicación y Educación. Puede decirse cualquier cosa de Al Gore,menos que sea un oportunista en este terreno. Ya en ocasión de ser vicepresidente de los EE.UU, impulsó el programa educativo Globe que irradio urbi et orbi entre los escolares del planeta, la necesidad de trabajar con seriedad en torno a los grandes temas ambientalescomo el cuidado del agua, la preservación de los humedales, el cuidado de los habitat para no poner en riesgo la continuidad de la vida sobre la Tierra.